Exigencias particulares de distribución física en el comercio
electrónico
Según estimaciones de Forrester Research, las compras a través de Internet
realizadas por consumidores finales alcanzarán este año los 5.000 millones de dólares.
Si bien esto supone menos de la tercera parte del comercio entre empresas a través de
Internet, es ya un volumen apreciable, sobre todo si se tienen en cuenta las previsiones
de que dicho volumen se multiplique por 20 en los próximos cinco años. Las perspectivas
de rentabilidad también están mejorando. Según estudios realizados por ActivMedia,
hasta 1996 el 70% de los servidores de comercio electrónico para consumidores finales (o
"tiendas virtuales") estaban perdiendo dinero; en 1997, esta cifra ha disminuido
hasta el 54%.
Algunos de estas tiendas virtuales ofrecen bienes o servicios susceptibles de
distribución por la propia red, como Software descargable por la red o consultas de
revistas o bases de datos. En la mayoría de los casos, sin embargo, la instalación de
uno de estos servidores exige organizar un sistema de distribución física del producto
adquirido. Esta distribución física no la realizará, generalmente, la misma
organización que opera la tienda virtual; se efectuará, o bien por correo postal, o bien
a través de una empresa privada de transportes.
Esto supone, en principio, una oportunidad de negocio para las organizaciones que deseen
proporcionar estos servicios de distribución física. Sin embargo, las peculiaridades del
modelo de negocio de comercio electrónico con usuarios finales impone unas exigencias
especiales, tanto al sistema de distribución en sí como especialmente al Sistema de
Información que le apoya. Las tiendas virtuales generan frecuentemente un pequeño
volumen de negocio. Sus clientes están geográficamente dispersos, y los pedidos suelen
tener importes unitarios pequeños. Frecuentemente, carecen de almacenes propios, por lo
que los envíos pueden tener como punto de origen uno o varios proveedores. Estas
características configuran un conjunto de exigencias para el sistema de distribución en
sí:
De mayor interés para este artículo son las exigencias que las
peculiaridades del modelo de negocio imponen al Sistema de Información de las dos
compañías: la que gestiona la tienda virtual y la que realiza la distribución física.
La organización que desee crear una tienda virtual (denominaremos "comerciante"
a dicha organización), generalmente ofrecerá un sistema servidor Web en Internet, en el
que instalará uno de los sistemas de información de venta electrónica existentes
(ofrecidos por compañías como Netscape, Microsoft o IBM/Lotus), denominados sistemas
"Merchant", adecuadamente parametrizado y particularizado. Los clientes harán
sus compras accediendo por Internet a dicho sistema "Merchant", y completando
los datos del pedido. En organizaciones de cierto tamaño, esta información es entonces
traspasada al sistema de información de gestión del Comerciante, como muestra la figura;
en empresas menores, este paso es omitido.
Una vez validado el pedido, la información de recogida y entrega debe hacerse llegar a la
organización que realice la distribución física (denominaremos "Distribuidor"
a dicha organización). Si bien, en principio, puede utilizarse cualquier medio (fax,
correo, EDI, etc.), las particularidades del modelo hacen que las soluciones basadas en
Internet sean particularmente apropiadas:
El volumen total de negocio de cada Comerciante con el Distribuidor es, en muchos casos,
bajo, haciendo que sea inviable las soluciones convencionales de EDI sobre red de valor
añadido privada.
En cambio, el número de transacciones puede ser elevado (aunque cada transacción sea de
pequeño importe), siendo deseable que la comunicación sea sistema informático-sistema
informático, evitando así los costes y errores de reintroducción de datos inherentes a
los sistemas como el fax.
Es previsible que, según los usuarios de las tiendas virtuales se vayan sofisticando y
haciendo más exigentes, vaya ganando en importancia relativa el flujo inverso
representado en la Figura 1, correspondiente a la información sobre la situación de la
entrega. Gradualmente, los usuarios demandarán información más actualizada sobre el
estado de sus pedidos, incluso si éstos se encuentran en tránsito. Si bien cada vez más
Distribuidores ofrecen a sus clientes la posibilidad de consultar el estado de sus envíos
por Internet (con sistemas como el UPS OnLine Tracking, de UPS), estos sistemas exigen que
el usuario acceda directamente al Distribuidor. En el caso del comercio electrónico, el
Distribuidor deberá encontrar la forma de mantener esta información de estado
actualizada en el sistema del Comerciante, de manera que éste pueda ofrecérsela al
usuario junto con el resto de la información relativa a su pedido. La adecuación de
Internet es aún mayor en este caso, ya que confluyen las mismas circunstancias
mencionadas en el párrafo anterior, pero la necesidad de que la comunicación sea sistema
informático-sistema informático es aún mayor, dada la frecuencia con la que es
necesario actualizar la información de situación.
Integración de los Sistemas de Información de Gestión Logística
de una empresa con los de seguimiento ("tracking") de su compañía de
transportes
La generalización de Internet y el constante avance de las tecnologías asociadas
permiten a las empresas adoptar prácticas logísticas que antes no eran técnica o
económicamente viables.
Un ejemplo de estas posibilidades lo constituye el anuncio realizado por SAP y Federal
Express, en Abril de 1998, del desarrollo de una interfaz certificada en SAP R3 con el
sistema de seguimiento ("tracking") de FedEx. Este desarrollo está actualmente
en pruebas en Hewlett Packard; está previsto que esté comercialmente disponible a
finales de 1998.
Cualquier usuario de SAP R3 que utilice los servicios de FedEx para transportar sus
paquetes podría utilizar esta interfaz. En resumen, consiste en un conjunto de programas
que se instalan en el sistema en el que reside el módulo logístico del sistema SAP R3;
esta interfaz establecen un enlace informático entre la base de datos de dicho módulo
logístico y el sistema de seguimiento ("tracking") de FedEx. Una vez activada
la interfaz, la información actualizada sobre la localización y el estado de los envíos
realizados a través de FedEx estaría disponible, en tiempo real, en propia base de datos
del sistema logístico de SAP R3.
Otras empresas están desarrollando enfoques alternativos similares, y estableciendo
alianzas equivalentes, como la alianza entre Lotus, IBM y UPS para integrar en su sistema
de comercio electrónico (Lotus Domino.Merchant) la información de envíos y seguimiento
("shipping and tracking") del sistema de UPS.
Este tipo de sistemas convierten en viable el que los responsables y administradores
logísticos de una empresa extiendan el nivel de control y seguimiento que actualmente
tienen sobre los materiales que están físicamente en sus instalaciones a aquellos que se
encuentran confiados a terceros.
Intercambio Electrónico de Datos basado en Internet
La integración con el sistema de seguimiento descrita en el apartado anterior no es
más que un ejemplo de las posibilidades de integración interempresarial de Sistemas de
Información a través de Internet. Dado que, actualmente, la mayoría de los flujos
electrónicos interempresariales de información siguen el modelo EDI (Intercambio
Electrónico de Datos), en este apartado analizaremos brevemente las posibilidades
ofrecidas por los actuales sistemas EDI basados en Internet.
Los enfoques EDI convencionales consisten en realizar la comunicación entre los SI de las
empresas mediante el intercambio entre éstas de determinados tipos de mensajes de
contenido, formato y significado normalizado (pedidos, facturas, confirmaciones, etc.).
Esta normalización está recogida en estándares, como el UN/EDIFACT, generalmente
utilizado en Europa (United Nations Economic Commission for Europe (UN/ECE), Working Party
for the Facilitation of International Trade Procedures (WP.4)), o el ANSI-X12,
generalmente utilizado en EEUU (ANSI Accredited Standards Committee X12).
Para resolver la transferencia fiable de esta información normalizada, generalmente se
recurre a redes de valor añadido ("Value Added Networks", VANs) establecidas
con ese fin. La red de valor añadido acepta los mensajes normalizados enviados por sus
suscriptores, y los deposita en el "mailbox" o buzón de espera del
"destinatario" (especificado en la información de control), de donde éste la
recoge; el gestor de la VAN suele ocuparse asimismo de diversos aspectos de
administración y seguridad.
Estos sistemas EDI convencionales basados en conversión a formatos normalizados y
transmisión de datos a través de VAN están gradualmente implantándose en diversos
sectores, como la automoción, pero su generalización se ve frenada por algunos
impedimentos. Uno de los más significativos es el elevado coste de utilización de dichas
redes de valor añadido VAN, así como de los sistemas traductores de conversión de la
estructura interna de los Sistemas de Información de las empresas al formato EDI
normalizado. Estos costes hacen que, en general, EDI sólo resulte rentable para las
grandes empresas; las pequeñas suelen adscribirse a estos sistemas sólo cuando se ven
obligadas por sus clientes.
Esta situación está mejorando con la aparición de sistemas EDI que, respetando el
principio de conversión intermedia a formatos normalizados según estándares, reemplazan
o complementan las redes de valor añadido con la utilización de Internet.
Un primer modelo, que combina el enfoque EDI convencional (para los "socios EDI"
de gran tamaño) con la utilización, para los pequeños asociados, de un sistema
simplificado basado en Internet, es el WebEDI. Empresas como General Electric Information
Services (GEIS), Harbinger o Sterling Commerce están ofreciendo variantes de WebEDI, como
el TradeWeb de GE. En España, el proyecto EDIWEB de AECOC sigue el mismo modelo.
Un sistema WebEDI consiste, básicamente, en complementar un sistema EDI convencional
basado en una VAN con un servidor Web accesible por Internet. Los grandes usuarios
utilizan el sistema de la forma habitual. Los pequeños usuarios acceden al servidor Web,
a través de Internet, mediante un navegador Web normal (Internet Navigator, Microsoft
Explorer, etc.) instalado en su PC conectado a Internet. Una vez identificado el usuario,
el sistema WebEDI toma los documentos EDI pendientes de su "mailbox" o buzón de
espera EDI, y se los presenta como una página Web con un formato de documento (factura,
pedido, etc.) fácilmente interpretable e imprimible por el usuario. Cuando el flujo de
información es el inverso, esto es, es el usuario WebEDI el que debe enviar un documento
EDI, el sistema le presenta un formulario (en función del documento a enviar: factura,
etc.) que el usuario completa a través de su navegador. El sistema traduce entonces la
información suministrada por el usuario al formato EDI normalizado, y se la envía al
destinatario de la forma convencional, a través de la red VAN.
El inconveniente de este sistema es que la comunicación, para aquellos que acceden a
través del sistema WebEDI, no es sistema informático-sistema informático, sino
persona-sistema informático, por lo que, a pesar de su economía y simplicidad, sólo es
apropiado para usuarios con un pequeño volumen de transacciones EDI.
Una alternativa más radical, y que está progresivamente ganando adeptos, es reemplazar
totalmente la red VAN por los mecanismos de transporte disponibles sobre Internet. En
estos modelos, los mensajes EDI son transportados entre los socios EDI utilizando,
generalmente, sistemas de correo electrónico (aprovechando las extensiones MIME
específicas para EDI que se han definido) o sistemas basados en el mismo protocolo
"http" utilizado en la World Wide Web. Para garantizar la seguridad, fiabilidad
y capacidad de gestión, estos sistemas utilizan una combinación de mecanismos de
encriptación de doble clave pública/privada, certificados digitales, y sistemas de
confirmación/acuse de recibo.
Si bien estos sistemas están aún en un estadio incipiente, no tienen los inconvenientes
mencionados anteriormente, ya que permiten una comunicación directa sistema
informático-sistema informático sin exigir las infraestructuras específicas de los
sistemas EDI convencionales.
Conclusiones
Como resumen, puede concluirse que la irrupción de Internet en el entorno logístico
afectará a éste en una doble vertiente. Por una parte, los modelos de negocio derivados
del Comercio Electrónico supondrán nuevos requerimientos de eficacia, eficiencia y
flexibilidad para el sistema logístico. Por otra, las opciones de estrecha integración
interempresarial hechas viables por Internet, en áreas como el EDI basado en Internet o
la integración en tiempo real de los sistemas logísticos de las empresas y sus
transportistas, posibilitarán prácticas logísticas más eficientes, que potencien aún
más la actual tendencia a la integración de la cadena logística extendida.
agosto/1998
Alfonso Durán,
Profesor Titular de Organización de Empresas. Universidad Carlos III
de Madrid
www.cel-logistica.org/artiag.html
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